LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO II DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA (CICLO C)

VERDAD – LECTURA

Hechos 5,12-16

12Los apóstoles hacían muchos milagros y prodigios en el pueblo; todos se reunían en el pórtico de Salomón. 13Los demás no se atrevían a unirse a ellos; pero el pueblo los tenía en gran estima. 14Y el número de hombres y mujeres que creían en el Señor aumentaba cada vez más; 15y hasta sacaban los enfermos a las plazas y los ponían en camillas y angarillas para que, al pasar Pedro, al menos su sombra tocase alguno de ellos. 16De las aldeas próximas a Jerusalén acudía también mucha gente llevando enfermos y poseídos por espíritus inmundos, y todos eran curados.

Nos encontramos hoy en la primera lectura con uno de los llamados resúmenes del libro de los Hechos de los Apóstoles que sirven de nexo de unión entre distintas secciones. Dichos sumarios, nos muestran la vida cotidiana de la comunidad cristiana.

Se reunían habitualmente, en torno a los apóstoles, en el llamado pórtico de Salomón del Templo de Jerusalén. Los cuales realizaban milagros y prodigios ante el pueblo, signos de la presencia del Reino de Dios. El espíritu de Jesús está presente y actúa por medio de los apóstoles. Ellos dan testimonio de Cristo Resucitado y poco a poco, a pesar del miedo inicial por el rechazo de las autoridades, se le van uniendo cada vez más hombres y mujeres.

No es necesario que nosotros hagamos milagros y prodigios para testimoniar el Reino de Dios. Pero si es necesario que estemos unidos como Iglesia y que mostremos esos signos, mucha veces ordinarios y poco espectaculares, que ocurren a diario a nuestro alrededor y que manifiestan la presencia de Jesús resucitado.

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • ¿Cómo es tu experiencia de Jesús resucitado? ¿Compartes esta experiencia con los otros miembros de tu comunidad y con aquellos con los que te relacionas a diario?
  • ¿Te impresionan los signos prodigiosos? ¿Te das cuenta que Dios muchas veces actúa en lo pequeño, en lo sencillo, en lo ordinario?
  • ¿Eres consciente de los signos del Reino de Dios que ocurren a tu alrededor? ¿Das testimonio de los mismos ante los demás?

VIDA – ORACIÓN

Salmo 40

2En el Señor he puesto toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi grito;

3me sacó de la fosa mortal, del fango cenagoso; puso mis pies sobre la roca, aseguró mis pasos;

4puso en mi boca un cantar nuevo, una alabanza para nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y confiarán en el Señor.

5Dichoso el hombre que en el Señor ha puesto su esperanza y no se ha ido con los arrogantes ni con los que se pierden en engaños.

6¡Qué grandes son, Señor, Dios mío, los proyectos y los milagros que hiciste por nosotros!: eres incomparable. Yo quisiera decirlos, proclamarlos; pero son tantos, que no pueden contarse.

7Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído,

8por lo que entonces dije: «Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:

9Dios mío, yo quiero hacer tu voluntad, tu ley está en el fondo de mi alma».

10Pregoné tu justicia a la gran asamblea, no he cerrado mis labios; tú lo sabes, Señor.