“PERMANECED UNIDOS A MÍ” – LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DEL DOMINGO V DE PASCUA (CICLO B)

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VERDAD – LECTURA

Evangelio: Jn 15,1-8

El V Domingo de Pascua, la liturgia nos ofrece para orar la parábola de la vid y los sarmientos.

Para aquellos de nosotros que no estemos familiarizados con el mundo campestre, es posible, que esta parábola no nos diga nada. Si embargo, hemos de saber que, para que el sarmiento pueda vivir es imprescindible que esté unido a la vid. El alimento, del cual se nutre el sarmiento, proviene de la vid. Y sin estar unido a ella, es imposible que produzca uvas.

Me llamó especialmente la atención las veces que se repite en tampoco versículos la expresión “permaneced unidos a mí” o similar. Creo que es la frase que nos debe dar la clave para comprender todo el pasaje.

Hemos de tener en cuenta, comentado este fragmento que, en la tradición de Israel, la vid o la viña es el símbolo del Pueblo de Dios. Un pueblo que ha sido cuidado con mimo por parte de Yahveh, de la misma manera que el viñador cuida de su viña. Sin embargo, Israel no ha sido fiel a la Alianza; es decir, no se ha dejado cuidar y, por lo tanto, no ha dado fruto.

Los discípulos de Jesús y también nosotros, al haber respondido a su llamada estamos limpios, gracias a la Palabra que ha pronunciado para cada uno de nosotros. Conforme vamos profundizando y acogiendo el mensaje de Jesús más nos purificamos. En la medida en que permanezcamos fieles a Jesús, el amor de Dios se nos manifestará y nosotros lo manifestaremos a los demás. Y aunque nosotros nos separemos de Dios, Él continuará siendo fiel, pero nosotros nos volveremos estériles.

Pocos versículos después, Jesús vuelve a repetir la afirmación del principio. Pero, en esta ocasión, refiriéndose a sí mismo y a los discípulos, no al Padre: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. Es Jesús quien transmite la vida a todos sus discípulos, pero para ello es indispensable permanecer unidos a Él y de esa manera daremos mucho fruto. Pero, si no estamos unidos a él nos secaremos, es decir no tendremos vida.

Jesús se nos presenta como la “vid verdadera”. Aquel, en el que, Yahveh ha restablecido la Alianza. Y los sarmientos son el nuevo pueblo de Dios. El Padre es quien ha plantado la viña y los sarmientos. Jesús viene a decir que el verdadero Pueblo de Dios es aquel que está unido a él. Y, en la medida en que los sarmientos estén unidos a él darán fruto, podrán llevar a cabo su misión, que no es otra que la extensión del Reino.

Estar unidos a Jesús es dejarnos alimentar por él, es estar atentos a su voz, es escuchar su palabra, es intentar llevarla a cabo en nuestro día a día. Es vivir para él y con él, para poder vivir para y con los hermanos.

Cuando el sarmiento se seca, el Padre lo corta porque no pertenece ya a la vid. Cuando cualquiera de nosotros nos separamos de Jesús, nos secamos y somos incapaces de dar fruto. No somos capaces de transmitir el amor de Dios.

La gloria del Padre se manifiesta precisamente en la extensión del Reino por parte de los discípulos, pero para ello es indispensable estar unidos íntimamente a Jesús, asumir sus actitudes vitales y llevarlas a la práctica.

Foto de Magda Ehlers en Pexels

CAMINO – MEDITACIÓN

• ¿Qué versículo, frase, palabra ha llamado especialmente tu atención? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios con ello en este momento concreto de tu vida?

• ¿Sientes que permaneces unido a Jesús? ¿De qué manera?

• ¿De qué forma crees que puedes incrementar ese permanecer unido a Jesús?

• ¿En qué ocasiones de tu vida cotidiana, ere incapaz de dar fruto porque no permaneces unido a Jesús?

• ¿Cómo puedes extender el Reino entre todos aquellos que te rodean, que entran en contacto contigo en tu día a día?

VIDA – ORACIÓN

• Alaba a Dios por ser el viñador que cuida de todos nosotros.

• Da gracias a Jesús porque nos alimenta cada día con su savia.

• Ofrece tu vida para ser insertado como el sarmiento en la vid y permanecer unido a Jesús.

• Pide a Dios Padre que envíe su Espíritu sobre todos los llamados a extender su Reino en el mundo.

• Comprométete a acoger la vida que Jesús nos ofrece y a entregarla a los demás.

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Un comentario el ““PERMANECED UNIDOS A MÍ” – LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DEL DOMINGO V DE PASCUA (CICLO B)

  1. Hoy que somos tan viajeros sabemos lo que es una viña; ya no tenemos tan claro cómo funciona; y quien no ha probado sus frutos sean uvas o vino? No todos conocen su imbolismo o lo tienen tegiversado. Ya Israel no supo captar el significado, confundió viña con ley y el resultado fué que en lugar de uvas produjo agraces. Vino Jesús purifico la ley con su mandamiento y pareció resuelto el problema . Pero el problema es mas profundo de lo que parece. El mandamiento es más exigente que la ley de donde procede que muchos opten por separarse de la cepa y actuar de por libre a pesar del aviso evangélico :» sin Mi no podéis hacer nada». La historia universal lo testifica. Cepa y sarmientos se nutren de la misma savia, forman una unidad
    Hay un dato que me ha dejado perplejo; la cepa-Jesús sola es improductiva lo mismo que los sarmientos desgajados de la cepa, forman tal unidad como la cabeza y los miembros. Tremendo misterio dirá Pio XII que Dios necesite de nostros para establecer su Reino en las almas y en el mundo. Una tal unidad solo es posible permaneciendo unidos . Subrayo lo de permanecer porque tiene bastante mas fuerza que el » quédate con nosotros » de los discípulos de Emaus. Una cosa es estar en nuestras folklóricas eucarísticas nuestras aburridas catequesis, tanta diversidad de encuentros que se habla poco de Jesús y otra muy distinta permanecer al lado de Jesús cuando arrecia la persecución los peligros por tierra y mar o te arrojan de la comunidad como el caso de Pablo. Estas podas son las que benefician a las almas, las que hicieron de Pablo el mayor apóstol de todos los tiempos. Y sobre todo las que dan fruto: » en esto recibe gloria mi Padre, en que desis mucho fruto y permanezcais conmigo( Jn 15). Estar con un amigo compartes amistad y diálogo que no trsapasa la razón; permanecer como el niño en el seno materno es alimentarse de su vida es entrar en las vivencias . El fruto exigido va más con la Vida-Amor que con las obras las cuales brotan como consecuencia de esa intensa vida interior

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